«La Vieja de calle Larios»

20 abril 2010

Rozando los ochenta años, esta señora iba desde el populoso barrio de la Trinidad hasta la céntrica  y comercial calle Nueva coincidiendo con el inicio de la jornada laboral. Allí se colocaba, junto a la Iglesia de la Inmaculada, con una mantita sobre las piernas en invierno, un simple camisón en verano y  una cajita de zapatos con estampas de santos trinitarios y percheleros. Comenzaba su labor como pedigüeña de un  modo muy particular. Maldecía y desdecía a todo aquel que por su lado pasaba sin echarle una moneda, tratando la multitud supersticiosa, o a veces no tanto, evitarla a toda costa cruzando si hiciese falta al otro extremo de la calle o intentando no escuchar sus palabras por si pudiesen hacerse realidad. Otros, en la mayoría de los casos forasteros, llegaban a escandalizarse incrédulos de lo que sus oídos captaban, incluso le pedían explicaciones por tan curioso comportamiento.  Pero ante estos casos ella salía airosa replicando que no se dirigía a la persona en cuestión, o que simplemente era una broma. A la tarde, cuando los comercios cierran, se trasladaba a calle Larios, junto a la conocida heladería Casa Mira.  Allí  muchos viandantes temían entrar al establecimiento pues esta señora  continua incansable soltando maldiciones a todo el que pasa a su alrededor:

–“hijo de puta, cabrone, un cánse os debería entrá a to, la anima negra so aparecan y os ahogue, ojala tuviese podé en lo sojo pa quemaro”-.

Pero si echamos un vistazo a su vida quizás comprendamos tal comportamiento. Esta señora nos contó que con tan solo 8 años se vio obligada a trabajar para salir adelante con sus dos hermanos pequeños ya que sus padres habían muerto y vivieron en primera persona las duras condiciones de los años cuarenta del siglo XX. Nos llegó a mencionar aquel espantoso recuerdo de personas hambrientas comiendo del suelo.

Con el tiempo contrajo matrimonio manteniéndose siempre en un estatus humilde, lo cual le hizo vivir en varios puntos de la ciudad desde Huelin, hasta el popular barrio de la Trinidad, donde se reconoce como devota del Cautivo. Nos habla del marido muy emocionada pero al mismo tiempo lo culpa del estilo de vida que llevaba. Aguantando los insultos de la gente y las vejaciones de los que ella llamaba “los Nieves”, familia del mismo barrio cuya ocupación era incordiar a los demás. Al mismo tiempo tenía que encargarse de un hijo epiléptico que dependía de una medicación importante.

Por si fuese poco su pasado lejano, en la actualidad era corriente ver a un joven que solía robarle la recaudación del día, aunque sus continuas discusiones entre los angostos de vuelta a su barrio  nos hacía pensar que se conocían bastante bien.

No cabe duda que todo malagueño que alguna vez se cruzó con ella, ahora la extraña. Hace tiempo que desapareció de nuestro callejero, y aunque son varias las conjeturas sobre su paradero, no tenemos datos fiables. Por esta razón, espero que esté donde esté haya encontrado la felicidad que sin fortuna tanto buscó. Yo desde aquí intento que no pase al olvido, pues aunque a veces incomodo, no cabe duda que se convirtió en uno de los personajes más pintorescos de nuestra ciudad.

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.- Gracias a Sonia Gaba y Pili Palma que aquella calurosa tarde de 2007 me ayudaron con este trabajo.

.-Foto: «La vieja de calle Larios» ’07.

.-Texto: «La vieja de calle Larios» ’07/’10.

9 respuestas to “«La Vieja de calle Larios»”

  1. Alejandría in Person said

    Nunca nos paramos a pensar que la gente que acaban convirtiendose en tales personajes tiene una vida detrás, que casi siempre está llena de tragedia y es lo que les ha llevado a su situación actual.

    Indudablemente su desaparición ha dejado un hueco en nuestras calles. Yo tambiéne espero que esté donde esté, siga maldiciendo con el mismo arte que tenía la joía.

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  2. Todos tenemos una vida detrás, aunque a veces solo queramos ver un puñado de carne con ojos 😛

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  3. Antonio J. said

    Todo un personaje la Sra. como bien dices, era verla e intentar escabullirme para evitar el «chaparrón de piropos».

    Saludos, Chanquetuá.

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  4. Salva Sánchez said

    todo un excelente reportaje, lejos de lo que se puede ver de su personaje en Facebook y mucho más de la vejación que sufriría si hubiese salido en callejeros, que aunque después «todos» nos riamos de los videos, hay una gran mofa con estos personajes. No cabe duda como diría Alaska, que «lo estrafalario brilla más que lo normal», pero para llegar a esos extremos de perturbación hay mucha vida detrás y lógicamente no buena, seguramente sin ayudas, y es curioso cuando yo veo en mi trabajo todos los días, muchos casos de Exclusión Social, y me consta que aunque las cosas de la burocracia van despacio, se lucha mucho tanto de la Junta, como de los Servicios Sociales Comunitarios del Ayuntamiento, por erradicar la mendicidad en la calle, y no sólo ello sino ubicar a estas personas en centros dignos, aunque en Málaga escasean (Estepona es el unico lugar cuya residencia acoge a excluidos sociales) y esta señora fue una excluida más de la sociedad. No sobremos si nuestro devenir en la vida se torcerá tanto para acabar así, nunca se sabe,…yo sólo os pido que si veis que yo desvario mucho, por favor dadme un palo por la espalda en la cabeza.
    Muy buena documentación Pepe, como siempre, nos ólo son fotos sino personajes, sin duda, populares de Málaga
    Un abrazo!

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  5. Fidias said

    Sé de muy buena tinta que esta señora lleva más de un año finada. Pero tal impresión nos suscitaba sus improperios que seguimos rememorándola tiempo después. . .

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  6. Juan Rosal said

    La actitud de esta mujer era absolutamente , vergonzosa e inaceptable. Para olvidar.

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  7. triniario said

    Hola. mi familia conoce esta mujer desde… toda la vida, tiene 5 hijos, vivia en calle 4 esquinas donde vendia algo de amrisco en un portal, siempre fue una mujer de su casa pero era cotilla arrogante y era facil verla de pelear con las vecinas por motivos varios como a la hora de labar en la pila del patio de vecinos etc… su marido era cabo, se traslado a vivir al llano de la trinidad cuando remoledaron su calle. Sus hij@s estavan desesperados pues a esta mujer le dio por mendigar… murió en diciembre en su casa por un fallo cardiaco pues padecia del corazòn. eso es todo que descanse en paz

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  8. triniario said

    Nunca padecio de vejaciones hasta que un buen dia empezo a insultar a todos los vecinos para ella todas eran unas putas. Ahora no cabe duda de que se reian de ella.

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