Fábrica del Tarajal: Nuestra Señora de la Victoria

Tras el esplendor económico malagueño en el periodo de 1924 a 1929, la gran crisis internacional afectó los cimientos de la ciudad, sobre todo en los primeros años treinta. En este sentido se producen cambios importantes en el campo que ve aumentar la superficie cultivada de cereales, leguminosas, raíces y tubérculos. Pero serán las plantaciones industriales  como la caña de azúcar o la remolacha la que incrementaron considerablemente su superficie de 1.000 a 3.700 hectáreas, productos de consumo directo frente a los dedicados a la exportación que mantienen su producción. Esta situación permitió pasar de 130.000 habitantes a 180.000.

De igual modo, la industria vivió una etapa de cierta prosperidad gracias, probablemente, al empuje de la política de obras públicas. Destacó especialmente el sector agroalimentario que supo aprovechar el incremento de la producción y el aumento del volumen de exportaciones entre 1923 y 1930, aunque se acusaban las deficiencias de una economía dependiente que impediría volver a la prosperidad de años anteriores.

En esta situación fue construida por la sociedad anónima azucarera el Tarajal (A.M.E.T.), constituida el 13 de junio de 1930 bajo la presidencia de Manuel Romero Raggio con un capital social de cinco millones,  la fábrica mixta de azúcar, caña y remolacha “Nuestra Señora de la Victoria”  que buscaba aprovechar la temporalidad de este tipo de cultivos. Un mes después se constituiría la Azucarera Hispania en Huelin, fruto del acuerdo entre las más poderosas azucareras españolas.

El edificio constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura industrial andaluza. Presenta un esquema de planta en H con un cuerpo central avanzado de menor altura que el resto donde se ubicaban las oficinas. Las cubiertas son a dos aguas con cerchas metálicas que cubren unas luces de 20 m y huecos con arcos de medio punto que le confieren un lejano sabor neorrománico muy simplificado e inmediatamente desmentido por la escala del conjunto. Destaca su sólida construcción de ladrillo prensado-aplantillado que ha permitido un buen estado de conservación de sus cerramientos principales. Una imponente chimenea de 90 m de altura construida en bloque de hormigón refractario por F. Hof en Frankfurt del Meno, tal y como refleja la placa metálica aún conservada,  y  un depósito de agua de hormigón armado, complementan el espacio industrial.

Las distintas crisis agrícolas de la República,  la Guerra Civil y la gran crisis de los años posteriores dieron al traste con la incipiente recuperación económica. La ciudad se volcó sobre una agricultura estancada mientras que la industria, a pesar de mostrar indicios de recuperación por la política autárquica, pronto mostraría importantes deficiencias a causa del gran atraso tecnológico. Así, a partir de 1946 nuestro edificio cambió su actividad agroalimentaria para dedicarse a la producción del corcho, aún útil gracias a la producción de vino, de ahí que en la actualidad sean muchos los que la conocen como “La Corchera”. Ya a mitad de los años setenta se convirtió en un simple depósito de trigo que fue lentamente abandonado al final de la década.

En la actualidad, la parcela es utilizada como lugar de recreo de ovejas, caballos e incluso toros, bravos según su propietario, que pastan, rumian y defecan en cualquier ala de la construcción naranja. El ladrillo visto de las fachadas ha sido utilizado como galería artística por los amantes del aerosol que en algún momento decidieron expresarse sobre el pasado arquitectónico de nuestra urbe, aunque siendo justos, son los únicos que le han sabido dar utilidad frente al olvido colectivo. Aún se define entre la tierra y el matorral el antiguo camino empedrado que nos invita a conocer su interior y que parece suplicar ayuda. En la zona administrativa poco queda de los coloridos azulejos de motivos costumbristas que un día embellecieron las paredes y que ahora conforman un curioso e incomodo pavimento cubierto por alfombra de estiércol. Pasto de las llamas y del vandalismo, del destruir por placer, dan al lugar una imagen melancólica de un pasado econonómicamente esplendoroso para la ciudad. En la zona trasera, vigilada por la gran chimenea y un depósito de agua,  se encuentran las salas de máquinas, dos grandes estancias diáfanas donde parece que aún silban los grandes monstruos mecánicos que un día las ocuparon.

Fue la actuación de la Asociación Malagueña en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial y Tecnológico de Málaga, representada por José Antonio Ruiz,  quien finalmente consiguió  hacer reaccionar al Ayuntamiento de la ciudad tras años de lucha desinteresada. La institución política aprobaba el 14 de Agosto 2008 el nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) donde por fin se catalogó al emblemático edificio como equipamiento protegido. Según el entonces concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, la intención del Ayuntamiento era rehabilitarlo, conservarlo y mantenerlo pero nada de eso ha ocurrido hasta la fecha presente. Anteriormente, en 2005, el Alcalde Francisco de la Torre ofreció las instalaciones para acoger la sede del Museo de Transporte como alternativa a la ubicación del Campamento Benítez.

La aprobación del PGOU provisional de 2010 copia casi literalmente lo recogido en el Plan de 2008 solo corrigiendo “La Cochera”, como aparecía nombrada la fábrica, por “La Corchera” nombre correcto. A continuación transcribo lo que se recoge sobre el edificio industrial:

“(…)El complejo Interlhorce – La Corchera, que creará la centralidad

conveniente para cualificar el nuevo espacio residencial que se abre

lugar en el territorio contínuo industrial del Guadalhorce. Este área

encuentra incluso una obvia materialización en dos contenedores

privilegiados: la vieja fábrica de corcho (que antes fue ingenio) y la nave

moderna de hilaturas de Intelhorce.

 

 

3.3.2.6. Distrito Urbano Central “La Corchera” SUS-G.3.

 

En el entorno del viejo edificio industrial, de 16.93 Ha., se

dispone uso residencial, y para asegurar en el lugar animación y

actividad permanente, también comercio, ocio, usos

institucionales y equipamiento de centralidad, tal como el

cultural. El comercio y el equipamiento deberán ocupar

preferentemente el edificio industrial de La Corchera…”

 

Como vemos, más allá de su protección no se especifica nada nuevo. Una vez más el Ayuntamiento contempla la posibilidad de privatizarlo para dar un uso comercial a la zona con lo que perderíamos un nuevo espacio público y cultural, algo hoy día inaceptable en nuestra ciudad donde todo proyecto se convierte en un gran almacén.

Desde Salitre 24 quiero emitir una propuesta para la recuperación del conjunto. Lo más acorde sería lo expuesto por la Asociación Malagueña en Defensa del Patrimonio Industrial, un gran museo que rememore el pasado contemporáneo de la ciudad y su actividad económica aprovechando la arquitectura del lugar y los elementos industriales conservados por la Asociación en el Parque Tecnológico. Por su parte, el exterior podría transformarse en un gran parque multiuso; desde lugar de esparcimiento para el barrio con actividades y juegos para todos los públicos, hasta lugar de celebración de eventos temporales, un centro de exposición al aire libre que diese una oportunidad a los jóvenes artistas emergentes cuyo talento hoy día escapa de nuestra ciudad. Incluso se podrían aprovechar las dos interesantes viviendas colindantes también abandonadas, según José Antonio Ruíz las casas de los guardas, como bar-restaurante temático que sirviese de punto de encuentro a los visitantes y biblioteca. Apuesto, aunque algunos no lo crean, que esto convertiría a uno de los pocos testigos que han sobrevivido a una gestión especulativa en un foco de atracción cultural contemporánea donde pasado y futuro irían de la mano como agradecimiento a los ciudadanos que un día dieron esplendor a la ciudad.

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….

.-Fotografías: La Victoria ’10.

.-Bibliografía / Recursos:

APARICIO, R., “Piden protección para la fábrica del Tarajal, vestigio del pasado industrial de Málaga”, Sur TV, Málaga, 2010:

http://www.surtv.es/#frontaleID=F_SURTV&sectionID=S_MALNOT&videoID=81321

CANDAU, M. E., Málaga: Guía de arquitectura, Consejería de Obras Públicas y Transporte, Sevilla, 2005.

MOLINA, D., “El Tarajal. Un emblema industrial camino de la piqueta”,  Diario Sur, Málaga, 03-09-2008.

ORTEGA, P., “Piden protección para la antigua fábrica de el Tarajal”, Diario Sur, Málaga, 12-03-2010.

PGU de Málaga, 2008.

PGU provisional de Málaga, 2010.

SOTORRIO, R., “Testigos de la Andalucía obrera”, Diario Sur, Málaga, 16-04-2006.

VV.AA., Historia de Málaga, II, Prensa Malagueña, S.A., Diario Sur, Málaga, 1999.

VV.AA., Patrimonio Industrial de Andalucía: portafolio fotográfico, Consejería de Obras Públicas y Transporte, Sevilla, 2006.

VAZQUEZ, A., “La chimenea y la fábrica del Tarajal, siguientes en la lista”, La Opinión de Málaga, Málaga,  01- 02-2008.

.- Dedicado a mis padres y a mis amigos Alexis e Isaac quienes me ayudaron a querer y conocer la versión más romántica del edificio que me llamó una tarde de tráfico en al autovía.